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LA SIRENA DE VERACRUZ, MÉXICO.

Las sirenas siempre han causado fascinación y asombro en las personas a través de las generaciones, aunque en general las mitologías que hablan de seres híbridos zoomorfos causan ese tipo de fascinación y echan a volar nuestra más febril imaginación, pero, hay algo muy especial cuando hablamos de las sirenas, pues dentro de su mitología se habla de una relación muy y cercana con la humanidad, incluso son famosas las historias mitológicas en donde una sirena se enamora de un humano y viceversa, por lo general estas historias son tragedias que siempre terminan en la muerte romántica y cruel propia de las tragedias griegas, pero la mitología grecorromana sobre estos híbridos zoomorfos es tema para una publicación aparte, por ahora nos centraremos en relatar uno de los testimonios más fascinantes y mágicos que he podido escuchar, la persona que vivió esta experiencia, es un gran amigo y conocido de hace mucho tiempo, cabe destacar que este señor es una de las personas más sinceras e intachables cuando se trata de valores morales, es por eso que en lo personal le doy mi voto de confianza sobre lo que me relato en un ambiente de confianza y seriedad, cabe decir que el protagonista me concedió el permiso para publicar su testimonio, al cual esta vez llamaremos Pedro, para proteger su identidad, habiendo mencionado esto, procederé a transcribir su testimonio lo más fielmente posible, el cual dice así: 


—: me llamo Pedro, y lo que viví en el año de 1988 en una playa de Veracruz es sin duda lo más increíble que he podido vivir en mi vida, y estoy seguro que será lo más increíble que viviré, pues sin duda seria la persona más afortunada del mundo si el destino me pusiera de frente nuevamente con un hecho de esta naturaleza, quiero destacar que solo he relatado lo que me sucedió a tres personas en mi vida, una es mi esposa, la otra es mi hija y la otra eres tú, cuando te diga que fue lo que vi ese día, comprenderás el ¿porqué? de mi discreción durante todo este tiempo, pues sin lugar a dudas pienso que lo que el destino me tenía preparado esa tarde del mes de junio de 1988, es simplemente… mágico.


Ese día estaba muy soleado, recuerdo perfectamente que era el día 21 de junio del año de 1988, mi familia y yo estábamos tomando unas vacaciones en el puerto de Veracruz México, nos gustaba mucho vacacionar en este puerto por muchas cosas, entre ellas el acuario, las playas bastas y poco profundas en algunas partes eran siempre las delicias de mi hija y de mi esposa, además de que yo en lo personal encontraba muy adecuado este lugar para la economía familiar de ese entonces, como comentaba, ese día era muy soleado, entre las 2 y 3 de la tarde, los tres estábamos en la playa de Mocambo, disfrutando de una tarde en el mar, para los que no conozcan la playa de Mocambo, les diré qué hay partes en las que una persona se puede meter bastante distancia dentro del mar y el nivel del agua subirá muy poco, calculo que se puede caminar unos 30 o 50 metros y el agua apenas le llegara al pecho a una persona de estatura promedio, esa característica hacía de esta playa una de nuestras preferidas.

Es así, que ese día camine bastante dentro de la orilla, como dije antes, unos 45 metros más o menos, el agua me llegaba hasta el pecho, tal vez un poco más arriba sin llegar al cuello, estaba relajado y es digno de mencionar que no había bebido ni una sola gota de bebida alcohólica que pudiera comprometer mi juicio, recuerdo que estaba mirando hacia la playa, dando la espalda al mar abierto cuando escuche un sonido detrás de mí, como un chapoteo a unos cuantos metros, al principio mi primer pensamiento fue que se debió al oleaje, pero de inmediato me percate que ese día el agua del mar parecía un espejo, sin más movimiento que las ligerísimas ondas concéntricas que se desprendían de mi cuerpo cuando me movía, pasaron unos 5 segundos mientras pensaba lo antes mencionado cuando de nuevo lo escuche, el chapoteo detrás de mi ahora fue más fuerte y súper claro, algo se había agitado y sumergido a unos tres metros detrás de mí, recuerdo que una especie de escalofrío recorrió mi columna vertebral, la verdad me dio miedo voltear, sabía que debía ser un animal marino, comencé a caminar con los brazos alzados, sin voltear camine unos cuentos pasos hacia la orilla cuando de nuevo escuche el chapoteo, esta vez más cerca y acompañado de una sensación que describo ahora como una de las más feas y desesperantes que he sentido en la vida, pues junto con el chapoteo, pude sentir la corriente que se generó debajo de la superficie, la corriente que se genera cuando algo pasa rápidamente por debajo del agua, mi corazón ya estaba demasiado agitado y mi mente ya estaba jugando en mi contra, tuve el impulso de gritar para pedir ayuda, pero me di cuenta de que las personas que me acompañaban ese día estaban todas reunidas en la orilla, hoy sé que estaban comiendo una botana, en ese instante supe que estaba solo en esa situación y que debía pensar con calma, pues mi mente creaba imágenes de un tiburón arrancando mis piernas, una orca mordiéndome y arrastrándome hasta la profundidad, un delfín golpeándome salvajemente con su hocico, o mil cosas más, estaba sumergido en esas fantasías horripilantes cuando un relámpago atravesó mi ser, pude sentir claramente como algo clavo su mirada en mi nuca, nunca olvidare esa sensación, fue como cuando estas en la escuela y sientes la mirada de alguien pero, mil veces más fuerte, no aguante más y gire para mirar detrás de mí, suena curioso pero en esas fracciones de segundo, sentí tranquilidad, hoy creo que mi cerebro libero alguna substancia química que me hizo sentir tranquilo y, casi relajado, creo que mi mente me preparo para “morir”, pues imaginaba todo menos lo que vi ese día, cuando me di vuelta me encontré a unos 2 metros de… una mujer, una mujer a la que observe con todo detalle durante unos 10 segundos, una mujer a la que tratare de describir lo más fielmente posible.


Ahí estaba, una mujer joven, calculo como de unos 20 años o menos, sobresalía del agua hasta la altura de sus axilas, su rostro era jovial y muy extraño, sus facciones eran en general pequeñas, su nariz apenas sobresalía como un pequeño montículo con orificios muy pequeños y alargados, sus ojos muy grandes, muy grandes de verdad, de hecho fue lo que más llamo mi atención, sus ojos eran grandes y en extremo brillantes, era de día y el sol brillaba, pero aun así sus ojos eran como dos diamantes, su pupila era grande y daba la sensación de melancolía o ternura, casi no había esclerótica, esa parte blanca del ojo apenas era una orilla delgada a cada lado de sus pupilas, sus cejas no eran de vello, aunque si se notaban, eran como una línea gruesa de su misma piel, su boca pequeña y de labios carnosos, no en extremo pero si se notaban sus labios, su cabello era rojo, grueso, casi como si fuera estambre grueso mojado, como unas rastas delgadas, no enmarañado, caía hacia atrás y un poco a los lados de su cabeza, las rastas que caían hacia sus lados llegaban hasta el agua, el tono de su cabello era rojo intenso, del tipo de rojo que solo se logra con tinte, parecido al color del coral rojo marino, su piel, su piel daba el aspecto de ser delgada en el rostro pero cada vez más gruesa del cuello hacia abajo, podría decir que era blanca, del tipo de blanco que es casi amarillento, más bien amarillento claro con tonos verdosos, sé que suena raro pero, así es, es la mejor manera de describirla, como cuando una persona no se asolea nunca pero un poco más verdosa, aunque no se veía enferma para nada, más bien se veía sana y extrañamente… inteligente, pues pude notar que ella también me observaba y analizaba con una mirada inteligente, atenta.

Su piel no era escamosa ni nada de eso, aunque podría decir que la línea del cabello estaba bien marcada como por una especie de engrosamiento en su piel, una especie de cayo o algo muy parecido, fuera de eso no puedo decir que tuviera algo más anómalo, claro, hasta ese momento.


Pasaron unos 10 segundos y con un movimiento rápido, esta extraña mujer giro su torso mientras clavaba a su cabeza en el agua, pude ver parte de su espalda, el pelo tipo rastas le cubría gran parte de la espalda y pude notar que las puntas se volvían más parecidas a las algas marinas que al cabello, como una rasta que se dejara dentro del mar un buen tiempo y las algas hubieran comenzado a invadirla, algo así. Se sumergió con ese movimiento rápido y un instante después pude ver algo mas… su cola, si, su cola saliendo del agua como cuando las ballenas se sumergen, de hecho la escena fue muy parecida a cuando una ballena se sumerge y se ve su cola salir un poco del agua, me arriesgaré a decirlo de nuevo, la mujer que vi tenía una cola muy parecida a la de un delfín, de hecho era muy parecida a la cola de un cetáceo pero extrañamente su apariencia era más ”suave”, quiero decir, no tan musculosa como la de un delfín, aunque la forma era casi igual, es así que se sumergió dejando esa marca de agua circular y lisa en la superficie, estaba tan impactado que no me moví un solo centímetro durante un buen rato, después de unos segundos, comencé a sentir un repentino y súbito temor profundo, un miedo casi desesperante a lo que pudiera estar dentro del agua, tengo entendido que el miedo irracional a las profundidades del mar se llama talasofobia, pues creo que en ese instante tuve un ataque de talasofobia, es así que me dirigí a la orilla sin voltear y lo más rápido que pude, cuando llegue a la orilla me apresure a preguntar a las personas con las que estaba si es que habían visto alguna cosa fuera de lo normal ese día, pero la respuesta de todos fue que no, no habían visto nada raro y tampoco se habían dado cuenta de lo que yo acababa de vivir, sobra decir que el resto del día no volví al mar y que después de ese día siempre contemplo el mar con más respeto que antes…

Dibujo guiado de la Sirena que Pedro vio ese día en Veracruz.

Solo quiero comentar que desde ese día estoy seguro de que él mar está vivo, más vivo de lo que nos podemos imaginar, existen los seres mágicos y comparten el mundo con nosotros, no me cabe duda de eso, pero tampoco dudo que si existen seres mágicos amables y hermosos como el que vi, también deben existir los monstruos, los seres que dieron origen a las pesadillas, y lo más inquietante de esa idea es que también conviven en este mundo con nosotros­–.

Pues hasta aquí este relato, no cabe duda de que esta experiencia es realmente fascinante, un testimonio así desafía todo lo que sabemos de zoología formal, pero no sería tan descabellada la idea si es que tratamos de entenderla a la luz de la antigua mitología, pues las sirenas han sido parte de las mitologías de la antigüedad y están presentes de diferentes formas, las sirenas han estado presentes también en los más variados relatos del presente, así es, desde tribus del Amazonas hasta ingenieros en las plataformas petroleras del golfo de México, pasando por pescadores de todos los mares del mundo, los relatos y las experiencia son variadas y numerosas, lo que sucede, es que en la actualidad este tipo de testimonios no son bien acogidos y se tiende a ridiculizar a sus autores, es por eso que hay una tendencia al ocultamiento y es así que estos testimonios casi no salen a la luz, y definitivamente pienso que si hubiera menos ignorancia en la sociedad hacia estos temas, más relatos y más testimonios salieran a la luz. 

No puedo asegurar que el testimonio de Pedro sea verdad, pero lo que sí puedo asegurar es que cuando Pedro lo cuenta, su expresión es sería y solemne, sus micro expresiones no son las de un mentiroso, además de que se genera ese ambiente místico y real que solo se genera cuando hay verdad detrás de un relato venido directamente de los recuerdos de una persona.

Amables lectores, comencemos a hacer el cambio, siendo que la próxima vez que tengamos la oportunidad de estar en  presencia de una persona que pueda relatar algo parecido a lo antes dicho, antes de hacer algún chiste o comentario burlón sobre lo relatado, piensa que ese comentario podría lapidar por completo la intención de esa persona de seguir contando su experiencia y el mundo podría estar perdiéndose de un dato más, un dato más que tal vez nos lleve a conocer un poco más sobre el mágico planeta en el que vivimos 😉


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9 comentarios en “LA SIRENA DE VERACRUZ, MÉXICO.”

  1. las sirenas siempre me han acusado fascinación, desde que era muy chico soñaba con ellas y con delfines, mas que con delfines con ballenas, sobre todo con orcas, es algo muy curioso, pues me dan miedo pero también fascinación, y el tema de las sirenas es cautivador para mi, en lo personal si creo que existan, tanto las sirenas del tipo de este testimonio, como las del tipo de la teoría del simio acuático, que serian un poco mas bestiales que la que se describe en este relato, incluso creo que también pudiera haber avistamientos de las sirenas de tipo mujer hermosa con cola de pez, aunque yo pienso que este tipo de sirenas más bien pudieran ser de tipo espiritual mas que físicas, pero quien sabe…
    También conozco a una persona que dice haber visto a una sirena de verdad, aunque fue en un lago no en el mar, ¿habrá también sirenas en lagos?, yo creo que así como existen delfines de mar y de lago o rio, también deben existir deferentes tipos de sirenas o diferentes especies, el testimonio que a mi me platicaron es del lago de Chapala en México, y otras personas me contaron de haber visto una sirena en los canales de Xochimilco en la ciudad de México también, bueno, pues a investigar más, saludos a todos.

    1. Jaime, estoy segura de que las sirenas también existen en los lagos, pues yo estoy segura de haber visto una en el lago de Chapala, en Jalisco México.
      Hace unos veinticinco años, mi familia materna vivía a orillas del lago, mi abuelo y tios eran pescadores, algunos Tios aún los son!!!
      Recuerdo que ellos acostumbraban pescar de madrugada con redes y linternas, esa vez mi hermano y yo los acompañamos, ya tenía más de 15 años y era la primera vez que me dejaron ir, creo que desde ese día le he tenido miedo a las aguas de cualquier tipo, jejeje!!!
      Esa noche no hacía frío, más bien tenía calor, estábamos cerca de unos carrizos y mientras mis tíos preparaban sus redes escuchamos un movimiento cerca de los carrizos, mis tíos nos dijeron que no hiciéramos ruido que alomejor eran ranas o tortugas, nos quedamos viendo y de golpe algo sobresalió del agua, fue como cuando se ve el lomo de un delfín en el mar pero era más pequeño, como de medio Metro, de inmediato señale el hecho y mis tíos me dijeron que era una sirena y que mejor nos fuéramos a otro lado!!! Me lo dijo así, así tan natural como cualquier cosa!!! Me quede sin palabras y seguí mirando hacia los carrizos y fue cuando vi una mano membranosa salir del agua y agarrarse de unos carrizos, se sostuvo y se impulsó para poder sacar medio cuerpo fuera del agua y voltear hacia nuestra lancha!!! Su cara era como medio pez y medio rana y medio humano, su piel lisa y gris, cuerpo de aspecto blando y supongo que no media más que un Metro aunque solo vi medio cuerpo, no se como tuviera las extremidades inferiores, aunqur sus brazos y manos eran casi humanos, como de primate pero sin pelo!!!
      De inmediato nos fuimos a otra parte del lago, mis tíos me dijeron que ese tipo de sirena es peligroso porque es venenoso, solo eso me dijeran y siguió con su pesca, pero lo dijeron muy natural como si hubiéramos visto un cocodrilo o una rana o una araña de la cual tuviéramos que alejarnos por ser venenosa pero sin más extrañeza que eso!!!
      Pues ahí está el relato, ojalá se investigue más pero por ahora creo que en los Lagos si hay algo, algo que no es conocido, además me resuenan las palabras de que ese tipo de sirena es venenoso, ósea qué hay otros tipos en ese mismo lago??? Es algo que tendré que preguntar alguna vez!!!
      Saludos a todos!!! 😉

  2. hola, las sirenas siempre han sido el ser que mas fascinación me han causado, hasta el punto de que hubo un tiempo en el que soñaba diario con ellas, eso fue hace años pero aun siento mucha atracción por este tipo de temas siempre.
    en lo personal si creo que definitivamente existen las sirenas en este mundo, yo creo que las puede haber de varios tipos, incluso creo que las sirenas de tipo mitológico clásicas por decirlo así son las quememos posibilidades tienen de existir, creo que mas bien serian como la que describe este blog, o mas grotescas incluso.
    hay una persona que un dia me dijo que cuando trabajo en las plataformas petroleras de Pemex, vio dos sirenas en el mar y que las personas que tenían mucho tiempo de trabajar en dichas plataformas ya estaban acostumbrados, pero que trataban de no hacerles caso porque ellos creen que si les hacen caso o las miran demasiado, pueden atraer tormentas super fuertes que tardan hasta dos días en quitarse!!!
    solo me dijo que vio como dos delfines pero mas largos, y que logro verles los brazos super bien claros, ósea que me dijo que eran como delfines de unos dos metros de largo y con brazos de humano, aunque no pudo distinguir las manos solo los brazos.
    pues yo creo que esto es ma que real.
    saludos y hasta luego!!!

    1. seguro que es real Paty, de eso no tengas duda, lo que me causa inquietud es la naturaleza de este tipo de seres, definitivamente los relatos las describen como mas humanos que bestias, pero, esta otra humanidad que tan avanzada será en términos tecnológicos y sobre todo espirituales? creo que se debe poner mucha atención en esto pues seria un tema que podría llegar a afectarnos directamente, aunque pensándolo bien, seguro que ya hay grupos que han tomado cartas en este asunto!!! a loo que me refiero es a que se haga publico y del conocimiento de toda la humanidad!!! ojalá pronto!!!
      saludos ;7

  3. buen día, les comento que un día en una playa de Nayarit México vi algo parecido a una sirena.
    creo que mínimo podría haber sido una criatura extraña, pues tenia torso y cabeza muy parecidos a un humano, no distinguí bien su cola pero si tenia extremidades largas, no alcance a distinguir bien si eran aletas o mas como brazos.
    lo extraño es que yo sabia que hay mas avistamientos de sirenas en otros mares, pero pues bueno…
    conozco bien a los manatíes y no era uno de ellos, además de que no son comunes en este rumbo.
    saludos!!! 😉

  4. Yo pude ver claramente una criatura tipo sirena en un lago de Mexico, y casualmente el otro lago cercano hay una leyenda que se cuenta entre los pobladores, la leyenda trata de la existencia de una sirena en ese lago, pero la leyenda dice que es un ser maligno y que puede matar a personas si se acercan demasiado a su territorio.

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