EL DINOSAURIO DE VERACRUZ. MÉXICO.

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EL DINOSAURIO DE VERACRUZ MÉXICO.

Vaya, cuando hablamos del hermoso estado de Veracruz, también hablamos de misterio en todas sus variantes, pues no es la primera vez que tocamos dicho estado en este blog, pero esta vez toca hablar de una experiencia que vivió una persona en una carretera cercana al municipio de Poza Rica, como todos sabemos este municipio es uno de los más bonitos en cuanto a la riqueza natural, pues su clima selvático y sus paisajes boscosos y húmedos hacen que este lugar sea uno de los favoritos para las personas que buscan descanso y relajación, el testimonio que daré hoy, será la transcripción exacta de lo que me relato personalmente el que vivo en carne propia esta experiencia, un familiar cercano y al que para proteger su identidad llamaremos solamente Juan, bueno, dicho esto, no cabe más que comenzar con el relato, el cual cabe mencionar que es uno de los más impresionantes que he tenido la oportunidad de escuchar desde hace mucho tiempo, y como dato curioso queda el hecho de que a pesar de haber convivido relativamente seguido con juan, no había tenido la suerte de que se decidiera a relatar lo que esa tarde de verano le sucedió, pues me comento que poco habla sobre estos temas y menos cuando las personas con quien departe no son de su entera confianza, pues cabe decir que Juan es una persona madura y sería, una persona que sabe conversar y es sumamente prudente, hecho que le suma credibilidad a lo que voy a escribir a continuación, lo cual dice exactamente así:

–: me acuerdo perfectamente de lo que voy a contarte, a pesar de que hayan pasado ya casi veinte años, veras, venía con un compañero de trabajo por la carretera que llega a Poza Rica desde el sur (el kilometro exacto si lo menciono Juan pero lo omitiré con el fin de no dar datos que pudieran poner en peligro a los habitantes del lugar, e incluso a la misma criatura protagonista de esta experiencia), hacía calor y estábamos un poco fastidiados, pues el sol de las 4 de la tarde, caía como plomo ese día, y esto sumado al calor de mediados de junio daba el ambiente perfecto para fastidiar a todo aquel que no estuviera plenamente acostumbrado a este tipo de climas, la ropa se nos pegaba a la piel y sentía que me quemaba cuando me movía, el agua más que para tomar la usaba para mojarme la ropa cada 5 minutos tratando de mitigar un poco la sofocación que sentía dentro del Tsuru en el que viajábamos, mi compañero de trabajo estaba en las mismas, así que prácticamente viajábamos sin hablar, apenas nos comentábamos algo debes en cuando , pues hablar me hacía sentir que el calor subía más, no sé porque pero en ese momento mi compañero estaba al volante, conducía por la parte más sinuosa en medio de lo que parecía ser una densa selva tropical cuando al salir de una curva, algo grande nos tapaba el camino unos 30 metros más adelante, mi compañero bajo de inmediato la velocidad y lento seguimos acercándonos a lo que parecía ser una vela o un abanico gigante de color tornasol a la lejanía, conforme la distancia se achicaba, con asombro me iba dando cuenta de lo que realmente era, pues cuando estuvimos a unos 3 o 4 metros detuvo por completo el coche y pude contemplarlo con claridad y con toda calma, sé que es difícil de creer lo que voy a contar, pero las cosas sucedieron exactamente así…

Frente a nosotros, estaba en medio de la carretera un lagarto que claramente estaba cruzando el camino, aunque por alguna razón se había quedado inmóvil justo en medio del mismo, tal vez porque el sol había calentado demasiado el asfalto del camino y esto le resultaba agradable al lagarto, no lo sé, pero lo que si se, es como era, veras, era una especie de lagarto muy grande, la cabeza salía del camino y casi llegaba hasta donde comenzaba la maleza de nuevo, el cuerpo estaba justo en medio de la carretera y la cola era tan larga, que buena parte de ella se metía dentro de la maleza que comienza unos dos metros orilla adentro del camino, era parecido a una iguana tal vez, sus piernas eran gruesas, más gruesas que mis piernas y no soy una persona precisamente delgada, sus patas tenían dedos con una pequeña membrana que los unía, su cuerpo, a pesar de que estaba casi pegado al piso, era poco más alto que donde comienza el cristal del parabrisas, de aspecto grueso y musculoso, pero sin duda lo más impresionante era su abanico en la espalda, tenía un abanico o cresta en la espalda que era increíblemente vistoso y… hermoso, una especie de vela acanalada que recorría toda su espalda desde su cabeza hasta la cola, alcanzando el punto más alto justo en medio, quiero resaltar que los colores de esta vela eran hermosos, muy vivos y coloridos, era de una especie de color tornasol que chispeaba con el roce del sol, como si tuviera algunas pequeñas placas o escamas que reflejaran brillos azulados y verdosos, el cuerpo de este animal variaba entre tonalidades verdes, azules y rojizas, en el vientre el verde era mucho más oscuro y tenía unas franjas a la altura de las costillas que eran de un verde metálico muy bonito francamente, pero la vela de su espalda era un verdadero lienzo de color y brillo, ambos nos quedamos muy sorprendidos viendo a esa criatura que estaba inmóvil en medio de la carretera, de cualquier forma se notaba que estaba muy confiada, casi como si supiera que su tamaño y su hermosura le dieran el derecho de bloquear el camino a voluntad, de hecho, creo que ahora que lo recuerdo, esta criatura tenía mucha seguridad o muy poca desconfianza de los autos, pues estaba ahí, sin moverse, en ese momento no pasaban más autos, cabe mencionar que si hubiera sido un tráiler foráneo el que viniera veloz en lugar de un humilde auto compacto, quizá no hubiera alcanzado a frenar o no hubiera querido frenar y por otro lado, no creo que la criatura se hubiera movido tan rápido como para salvarse del hipotético atropellamiento, ¡quien sabe!, lo importante es que ahí estábamos observando cada detalle de este espectáculo, recuerdo que mi compañero me dijo con voz baja –¡que iguanota!–, lo cual a mí me pareció ridículo en ese entonces y me parece igual ahora, pues conozco bien a las iguanas y no hay alguna parecida a este ejemplar, su tamaño era descomunal, estimo que la cresta de su espalda se alzaba mucho más de dos metros a lo alto, tal vez dos metros y medio más o menos, pues literalmente tapaba la carretera, este espectáculo duro de entre unos 45 y 60 segundos, hasta que este reptil comenzó a moverse, lentamente levanto su cuerpo con sus fuertes y gruesas piernas como lo hacen los cocodrilos cuando caminan, y con unos cuantos pasos lentos, pesados pero visiblemente fuertes se perdió entre la maleza selvática de la región, nos quedamos viendo un poco hacia la maleza que se movía al pasar de esta bestia, recuerdo que hasta ese momento mocione lo que pensaba a mi compañero, –no es una iguana– le dije, a lo cual no dijo nada.

Retomamos nuestro camino sin mediar muchas palabras de lo sucedido, es algo que siempre he pensado y aun hoy me sigue intrigando, pues la verdad es que nunca he conocido un animal que tenga las características de lo que vimos ese día, no al menos en algún libro de zoología moderna o en algún zoológico, aunque sí que he encontrado algo parecido en algunos lugares, principalmente en tratados y libros que hablan de criaturas prehistóricas, en estos documentos he encontrado ilustraciones muy similares a lo que vi ese día, lo he encontrado bajo el nombre de “Dimetrodon”, una especie de dinosaurio que vivió hace más de 250 millones de años según la paleontología oficial, pero, entonces que fue lo que vi yo ese día en Veracruz, anexo un dibujo que ilustra lo que ese día atestigüe, cabe mencionar que no sentí temor alguno, tampoco mi compañero mostro temor, no sé por qué, pero creo que intuimos de inmediato que esta criatura aunque era enorme y tenía un gran potencial de hacernos daño, no lo haría, tal vez fue su desinterés en nosotros, tal vez su aparente pesadez y lentitud, tal vez su color tan hermoso, no lo sé realmente, pero algo en esa bestia nos dio una especie de confianza.

Desde ese día, siempre que visito las hermosas tierras del estado de Veracruz, recuerdo ese encuentro, y de manera tal vez inconsciente, miro con detenimiento los arbustos siempre con la esperanza de volver a ver algo así, aunque hoy en día la carretera en donde paso eso luce diferente a como lucia en aquel entonces, pues la urbanización es evidente que ha avanzado y ha ganado terreno, aunque unos metros más adelante todavía existe esa selva húmeda primigenia que tal vez aun resguarde uno de estos tesoros vivientes… de verdad me gustaría que fuera así–.

Pues aquí tenemos el testimonio de juan, sin duda importante y digno de comentar, pues hablamos de un lugar relativamente cercano a la urbanización, no hablamos del corazón del Congo africano, no hablamos del desierto del Sahara, hablamos de una selva relativamente explorada y de regiones en donde hay poblaciones y pueblos relativamente urbanizados, esto hace más increíble y más maravilloso este testimonio, pues nos sugiere que si en estos lugares es posible la existencia de un animal de estas características, cuanto más posible sería algo similar en lugares mucho más remotos como lo que antes mencione, también es digno de mencionar que el animal que Juan describe y el que describió para el dibujo es sin duda un “Dimetrodon”, aunque su relato menciona colores vividos y metálicos brillantes, un poco más de lo que describe la paleontología oficial sobre estas criaturas, pero en todo lo demás es un ejemplar de esta especie a todas luces, incluso los niños que han visto esta ilustración, no dudan en reconocer este ejemplar como uno de los dinosaurios antes mencionados, entonces ¿qué podemos pensar?, pues lo más lógico es pensar que una colonia de estas criaturas ha permanecido oculta en las selvas veracruzanas desde épocas prehistóricas, todo esto claro, sin que nadie haya encontrado nunca un cadáver o un vestigio que permita conocer, estudiar y clasificar a esta criatura, o tal vez si ha habido restos, restos que bien han podido ser confundidos con restos de otros animales por pobladores de la región, esto sin duda es material para investigar directamente in situ, pues además de todo lo antes relatado, cabe destacar que el clima de la región es muy similar a los pantanos y marismas que se creía era el hábitat de los dimetrodones. Mientras tanto no se sepa nada más o salga a la luz algún otro testimonio parecido, solo podemos esperar y realizar hipótesis de lo que pudo ser la criatura con la que Juan se encontró ese día, sin duda uno de los testimonios más valiosos y detallados de los que hemos tenido cuenta.

Amable lector, te invito a que si conoces algún relato parecido o testimonio que pudiera ser valioso en relación a este tipo de temas, me lo hagas llegar a través de los comentarios de este blog y así poder tener más datos, con lo cual, posiblemente podamos investigar más a fondo con los pobladores de la región, es imprescindible que este tipo de testimonios sean ricos en detalles y que provengan de las fuentes más fidedignas posible, pues probablemente estemos ante uno de los últimos dinosaurios vivos y sin cambios evidentes desde hace millones de años, pero de ser esto posible, aún hay muchas preguntas que debemos responder, ¿habrá hoy en día aun ejemplares vivos?, ¿los pobladores de las regiones más profundas de la selva los conocerán?, ¿existirá algún vestigio físico de ellos?.

Sin duda esto no puede parar aquí, habrá más investigaciones y seguiremos actualizando este tema, mientras tanto, gracias por su atención.


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10 comentarios en “EL DINOSAURIO DE VERACRUZ. MÉXICO.”

  1. Hola, me da mucho gusto que en México tengamos casos de criptozoologia tan interesantes y sobre todo de crípticos grandes, al estilo del mokele mbembe de África o Nessi de lago Nes!!!
    Me encanta la criptozzologia y me ojalá todavía queden especímenes de este tipo aqui en México.
    Yo recuerdo que cuando era niña, vi un señor en un rancho del estafó de Guanajuato Y límites con San Luis Potosí en la zona desértica, que tenía un lagarto en la mano, era como una gallina pero tenía cabeza de lagartija, cola larga y lo tenía sostenido bajo un brazo y con una mano le envolvía el hocico, era igual a una gallina pensé en ese momento!!! Solo que sin plumas y con piel y cabeza de lagartija!!!
    Hoy después de tantos años pienso sobre eso, habrá sido lo que pienso hoy en día??? Habrá sido algo más??? Habrá sido mi imaginación de niña??? Lo último no lo creo pues siempre lo he recordado igual, mi mamá también lo vio ese día, pero no recuerdo que platicáramos sobre eso alguna vez, ahora vivimos lejos pero no dejare pasar la oportunidad de preguntarle la próxima vez que nos veamos!!!
    Por ahora, saludos a todos y si alguien más ha visto algo así, que lo cuente!!!

    1. Irma, me gusta mucho tu punto de vista, se nota que sabes del tema, tienes razón, ojalá que todavía haya este tipo de especímenes en México, no recuerdo cuando pero escuché un relato parecido de guerrero, de Acapulco específicamente, déjenme recordar y escribiré mi experiencia!!!
      Gracias y saludos.

  2. Un dinosaurio en Veracruz!!! Yo les puedo contar de la vez que vi un dinosaurio en Guanajuato, México. En un pueblo cerca del municipio de San Diego de la unión, eran como las 7 de la tarde ya casi noche, pasó volando á unos 5 meros encima de mi cabeza, muy veloz, planeando, era un ser volador tipo pterodactilo de unos 7 metros de envergadura en alas, de punta a punta, con un cuerpo de 1.5 metros aproximadamente, venía de un cerro cercano y se fue hacia una planicie, se perdió en la lejanía pero estaba volando bajo, incluso me pareció que en algún punto tocó tierra, pero no pude ver eso.
    Su piel era de aspecto áspero y aceitoso o grasoso, su hocico era huesudo, grande, alcancé a notar sus ojos, muy grandes y negros, muy grandes!!!

    Bueno, pues espero que alguien más lo haya visto también, no se si el que yo vi en Guanajuato sea el mismo que las personas dicen que ven en NL pero me suena la descripción muy parecida!!!
    Cualquier comentario está bien!!!

    1. Yo viví cerca de NL y si es verdad, vi al pterodactilo que le llaman en pajarote, es un repartió volador gigante, yo lo vi muy alto planeando y era igual o más grande que un ala delta, lo digo porque he vista esas de cerca y volando también, seguro que es algo parecido a lo que se relata aquí!!!
      Si quieren detalles díganme. Bye!!!

  3. Hola, me resulta muy interesante, yo misma vi un dinosaurio en Vietnam, estaba por allá por temas comerciales a principios de la década de 2010 y en un terreno cercano a un aeropuerto vi un dinosaurio, era del tamaño de un cocodrilo y era parecido a estos pero sus patas eran más largas y tenía una vela en la espalda como la que describen en este post, pero yo lo vi en la orilla de un pantano y su vela no era tan grande, más bien era mediana y larga, corrida desde la nuca hasta la cola, en todo caso se notaba que era un animal más acuático que terrestre!!!
    Si, a mi también me costaría creer mi propio relato si es que me lo contarán, bueno yo lo vi y aún así me pregunto si vi bien.
    Las experiencias y anécdotas enriquecen el conocimiento sobre temas tan interesantes como este. Ojalá mas personas cuenten sus experiencias!!!
    Saludos

  4. Muy interesante, es necesario revivir este tipo de relatos pues creo que son del tipo de información que puede despertar la imaginación y abrirnos a las posibilidades a las que generalmente estamos cerrados por el día con dia.

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