Cuando hablamos del concepto de la muerte y de cómo ha estado presente en las diferentes culturas del mundo, una de la primeras referencias que vienen a nuestra mente es el “Día de Muertos”, celebrado en México por herencia de las culturas precolombinas que tenían bien arraigada esta costumbre y que más que una costumbre, era para ellos todo un ritual complejo y elaborado que si se hacía correctamente, permitiría unir temporalmente el mundo de los muertos con el mundo de los vivos, este era el verdadero fin de esta tradición ritualista, crear una dimensión especial y de corta existencia en donde el espíritu de los ancestros muertos de cada familia, pudieran regresar por una noche y convivir de nuevo con sus familiares vivos, ¿como es esa convivencia?, pues festiva por supuesto.

Este ritual que año con año se realiza en los hogares mexicanos suena a que es un ritual complejo y elaborado, en el que se mezclan conocimientos profundos de misticismo, alta magia, energías naturales y humanas entre otras cosas, y la verdad es, «QUE SI». Este ritual es uno de los más conocidos en el mundo por su versión pintoresca y alegre, cosa que en parte es cierta, pero lo que es un poco lamentable es que el mundo lo perciba como una festividad caricaturesca y vacía, pues nada esta mas alejado de la realidad que eso, el día de muertos además de ser un ritual extremadamente serio, es un puente y una oportunidad que nos recuerda nuestro aspecto mortal y efímero que es el físico, pero que también nos recuerda nuestro aspecto espiritual y eterno, esta es la verdadera riqueza de esta tradición, pues cuando un hombre es consciente de su eventual muerte, se da cuentea de que aún vive.

Esta tradición encierra muchos elementos simbólicos que solo lagunas personas entienden, este tipo de conocimiento es pasado de generación en generación y se trata de cuidarlo en su manera más pura, aun pese a lo que antes mencionamos de la caricaturización y la banalidad, pues una parte importante de este ritual es la intención, ya que en las culturas prehispánicas se rezaba y se oraba casi todo el día y toda la noche del día mayor, estas oraciones eran en las diferentes lenguas y dialectos que imperaran en las diferentes regiones, después de la evangelización, estos rezos comenzaron a ser cristianos y también se agregaron algunos elementos cristianos a las ofrendas por ejemplo, (aunque la ofrenda es solo un elemento de esta tradición), los rezos prehispánicos por supuesto estaban dirigidos  las diferentes deidades regidoras del Mictlán (el mundo de los muertos), como el Dios Mictlantecuhtli y la Diosa Mictecacíhuatl, hoy en día estas oraciones se han sustituido casi por completo por las oraciones católicas.

Como mencione antes, el ritual del día de muertos, consta de muchos elementos, siendo la ofrenda uno de los más llamativos y más importantes, pues es en torno a ella en donde se juntaran los vivos con los muertos para celebrar una velada juntos, esta ofrenda a su vez está llena de simbolismos y de elementos que manejan energías, detallare un poco más como es una ofrenda tradicional de día de muertos y que elementos debe contener para que se logre el principal objetivo, que los muertos puedan llegar a casa una noche más.

La ofrenda del «Día de Muertos»

Cuando se habla de la ofrenda del día de muertos en México, se habla de un profundo conocimiento del mundo espiritual y la manera en cómo se representa y maneja en el mundo de los vivos, cabe señalar que cada familia difiere un poco en la manera en la que disponen las ofrendas, aunque todas deben contener los mismos elementos básicos para lograr el objetivo, es así que tenemos ofrendas de dos pisos o niveles, estos simbolizan la dualidad del mundo de los vivos y el mundo de los  muertos, también tenemos de tres niveles en donde se incluye también al purgatorio, este concepto existía desde antes de la evangelización y hacía alusión al cielo, a la tierra y al purgatorio, también existen aunque son menos comunes las de siete niveles, las cuáles representan los pasos que una alma tiene que dar para llegar al mundo de los muertos y poder descansar en paz.

Como vemos, desde la disposición de la estructura básica de la ofrenda existe una relación directa con la visión y la mitología tan rica que los pueblos originarios tenían sobre la muerte y sobre la supervivencia del espíritu a la muerte física. Después de eso, pasamos a los demás elementos, los cuáles serán mencionados y explicados a continuación:

Mantel

El mantel puede ser un petate tradicional o una cobija tejida, en algunos casos se tejen y se bordan manteles especiales para este ritual, y se sabe que algunas familias utilizan las mantas o cobijas preferidas del o de los difuntos esperados, debe ser una tela o material grueso y cobijador, pues simboliza la calidez de la bienvenida.

Agua

Un elemento indispensable es el agua, pues significa el elemento de la vida que los difuntos necesitan para poder saciar su sed después de su largo viaje hasta el mundo de los vivos, además de que el agua por ser el elemento de la vida, le daría al difunto la energía vital necesaria para poder convivir una noche con los vivos, sentir un poco del mundo material y poder disfrutarlo.

Tierra

La tierra es representada por los frutos y alimentos que nos da, se incluyen el maíz, el frijol, la calabaza y algunos granos más, esto representa el sentido de agradecimiento y consciencia de que somos mortales y que eventualmente seremos de la tierra y podremos dar alimento a los que aún están vivos.

Aire

El aire es representado por el papel picado, el cual nos anuncia la llegada de los difuntos, pues sabemos que nuestros invitados han llegado cuando el papel picado se agita o se mueve, en la antigüedad se usaban diferentes fibras naturales con colorantes naturales extraídos principalmente de algunos insectos y minerales.

Fuego 

Las veladoras representan la luz que guiara a los muertos hasta su destino, el faro que guía a los espíritus hasta el lugar indicado, pues se dice que el camino que los difuntos recorren hasta el mundo de los vivos es largo y oscuro, así es que necesitan una luz que guíe sus pasos para no perderse, las veladoras deben estar encendidas todo el tiempo que dure el ritual y festejo.

Flores

Simbolizan una guía más para los difuntos, generalmente se usa el cempasúchil que por su color y por su olor guiaría al difunto con más seguridad, formando un camino a modo de migajas de pan para que pueda seguir, también se puede usar la nube o flores blancas cuando se trata de difuntos infantes.

Calaveras 

Pueden ser de azúcar o de barro, se sabe que también se hacían de cacao o de chocolate artesanal, estas simbolizan nuestra propia mortalidad, nuestra propia naturaleza mortal y que esta muerte es parte de la vida, representa que todas las personas nacemos con la muerte asegurada.

Arcos 

Se hacen con flores de cempasúchil o con frutas y representan el paso o el umbral del mundo de los vivos y el de los muertos, por eso el papel picado debe ponerse en los arcos, pues cunado el difunto pase por ese arco, su energía moverá el papel.

Fotografía del difunto

Esto es un elemento introducido cuando se tuvo ya la herramienta necesaria para tener fotografías, pues antes de eso, bastaba con objetos relacionados de manera personal con el difunto y su nombre escrito en hojas de maíz. Simboliza el recuerdo que las personas tenemos y que de alguna forma este recuerdo mantiene a los difuntos presentes. Una ofrenda puede estar dedicada a uno o varios difuntos.

Sal 

Es el elemento purificador por excelencia, sirve para que el alma de los difuntos llegue pura hasta la ofenda y que no caiga en tentaciones durante el camino, se suele hacen una cruz con ella, en las culturas precolombinas significaba los cuatro puntos cardinales y con ello una especie de guía de navegación para los difuntos, después de la evangelización tomaría un significado católico.

Copal 

Se usa en sahumerio y sirve para que el ambiente pueda estar limpio de malas energías y ahuyente a los malos espíritus, pues nos debemos asegurar que el viaje que nuestro difunto haga hasta nuestro hogar, sea lo más seguro posible y sin contratiempos. El copal debe quemarse durante toda la noche, pues en estas fechas los espíritus malintencionados acechan de cerca.

Pan 

El pan es un elemento común pues significa la vida, significa el alimento que nutre el cuerpo, el más utilizado en este ritual es el que se llama «pan de muerto», pues significa el ciclo de la vida y la muerte, las bolitas representan el cráneo del difunto y los huesos representan la calavera que todos llevamos dentro.

Objetos personales del difunto 

Estas cosas son las que agradaban al difunto en vida, vino, comida, ropa, juguetes, libros, etc. Sirven para que el difunto se sienta contento y pueda disfrutar de estas viejas alegrías una vez más. Recordemos que los alimentos que se deben poner en una ofrenda, son los que realmente le gustaban al difunto en vida, no debemos tratar de impresionar al difunto con comidas fastuosas y muy elaboradas, a menos de que fuera eso lo que realmente disfrutaba en vida, pues recordemos que lo importante de una ofrenda no es la suntuosidad o el lujo, sino la cotidianidad y la convivencia sin pretensiones.

Con esto ponemos en relieve los elementos más importantes que debe contener una ofrenda clásica, por supuesto que actualmente podemos encontrar ofrendas temáticas de todos los estilos, desde las “ofrendas” temáticas de Hollywood, hasta las de algún cómic o película de culto, esto es más bien fruto de la globalización y de la mercadotecnia que nos ataca día con día, por supuesto que estas ofrendas no tienen este aire místico y ritual del que hablamos, ni sirven para el propósito original, más bien son una especie de parodia de los temas tratados, pues se suele representar a las personajes como calaveras haciendo algún ridículo, como una forma de expresión artística me agrada (en lo personal), pero NO como una forma para pretender perpetuar las tradiciones, pues en lo personal pienso que podría causar confusión en los más jóvenes y me preocupa que con el tiempo se pierdan elementos importantes y sean sustituidos por elementos publicitarios y sin sentido.

Es importante remarcar que el proceso de instalar o poner la ofrenda, debe ser una experiencia mística y espiritual, en donde las personas involucradas estén en armonía y se sientan contentas y emocionadas por el hecho de que están preparando el camino para sus amados difuntos, con plena consciencia y alegría de que podrán convivir con ellos una noche más.

Amable lector, te invito que este día de muertos, pongas una ofrenda en tu hogar, si no hay ningún difunto al que puedas recordar, ponla dedicada a los difuntos que no tienen hogar, y si eso no te convence, ponla dedicada a la hermosa tradición que nos han heredado nuestros ancestros, te aseguro que, si te gusta el ambiente místico y espiritual, no hay nada mejor que poner una ofrenda en casa, este «DIA DE MUERTOS».